Dos compañeros de carrera unidos por su pasión cervecera, Alfonso Moreno e Ignacio Millán, a principios del 2012 empezaron su proyecto en cervezas Virtus y asesorados por Frederich Matthies, maestro cervecero de Hamburgo (Alemania), apostaron desde el principio por la calidad y la cercanía de su producto, fabricando estilos artesanales acordes con las características y parámetros del agua de su entorno.